miércoles, 27 de enero de 2010

La Gran Dama Del Mediterráneo,


La Tramontana,

(Foto cortesía del fotógrafo menorquín Toni Pons Barro)


Dueña del mar en Menorca o l’Empordà;
Hasta Josep Plà le concedió una oda.
Todo árbol tiene un gemido mágico,
Si la veleta señala el ártico.

No nos deja pálidos la señora;
Sin ella escuece la calma, y se añora.
Arde la sangre, colorea la aurora,
Desde Los Alpes llega a cualquier hora.

Posee el temor -y amparo- de la verdad,
De noches sin luna, y la necesidad
De llegar a buen puerto sin tormento.

El ocaso dará paso a más viento
Sin descanso. El eco del lamento
De nuestro vendaval sopla sin piedad.

4 comentarios:

  1. Tenemos varias cosas en comun, lo del cura impresentable, la mar y el Mediterráneo, me gusta tu blog, llamas a las cosas por su nombre.
    Soy de familia de pescadores, de esoso de trasmayo y palangre.
    Un saludo Francesc.
    Aaahhh... y gracias por tu visita.

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  2. Encantado de que uses fotos mias para tu blog, agradeceria pongas el nombre del autor de la foto.
    enhorabuena por tu blog.
    saludos.

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  3. ignasi salas garcia28 de enero de 2010, 23:15

    aki tu as currat tiu... molt xula aksta....!

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  4. Aunque nací tierra a detro, soy hermano de dos marinos (capitanes jubilados) La mar me enamora.
    Bonito poema. Ya me dí un paseo por tu blog y seguiré visitándote.
    Gracias por pasar por mi casa.
    Un abrazo.

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