viernes, 26 de febrero de 2010
Carta De Un Joven Cubano (II),
Subiendo a lo alto de nuestra Gran Piedra
observo a la Bella Habana, en su Fuente,
triste y llorosa, al no ver más el puente
donde la paz amaba a la palabra.
La misma senda ahora nos separa.
Presa y atrapada quedó mi mente.
Mi padre escapó, como un delincuente,
suplicando que yo le perdonara.
Que él regrese a nuestro hogar es mi sueño
pero a Cuba no vendrá, por su dueño.
Yo sigo con mi quehacer primero,
así que voy a vuestro Varadero,
a pediros, en la mano el sombrero,
la ayuda que no me dio de pequeño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario